CASI LA MITAD DE LAS NIÑAS Y NIÑOS HAITIANOS PADECEN HAMBRE A MEDIDA QUE SE AGRAVA LA CRISIS ECONÓMICA Y DE SEGURIDAD

Puerto Príncipe, 11 de abril de 2023 – Casi la mitad de los niños y niñas de Haití se enfrentan a hambre aguda debido a la violencia, las tensiones climáticas y el aumento de la inflación, factores que han contribuido a empeorar la situación desde que la nación insular caribeña fuera golpeada por un devastador terremoto hace 18 meses, según ha declarado hoy Save the Children.   

La violencia de las bandas, el estancamiento político y la inseguridad han obligado a desplazarse a cientos de miles de personas. Las tensiones climáticas han reducido la producción agrícola y el aumento de la inflación ha reducido las importaciones, poniendo los alimentos fuera del alcance de los niños y de sus familias. Según la ONU, 5,2 millones de personas -casi la mitad de toda la población- necesitan desesperadamente ayuda humanitaria. Eso incluye a 1,9 millones de niños y niñas.

Si no se toman medidas urgentes para poner fin a la violencia y aumentar la ayuda internacional, las familias de todo el país podrían vivir una situación similar a la hambruna, y es ya una de las peores crisis de hambre de las Américas. 

Alisha, de 21 meses, llegó con bajo peso a un centro de nutrición gestionado por Save the Children cuando tenía 17 meses. Se la examinó y se le proporcionó alimento terapéutico para prevenir la desnutrición.  Jinette, su madre, también participó en sesiones sobre cómo alimentar y cuidar a la bebé.

La madre contaba: «La bebé solía tener bajo peso y no quería comer ni beber. Empecé a alimentarla con mantequilla de maní y empezó a mejorar. Me di cuenta de que había ganado peso. Antes no jugaba, pero ahora juega y corre por todas partes. Me gustaría que mi bebé creciera, para que pudiera ir a la escuela y llegar a ser algo en la sociedad en el futuro».   

Las últimas cifras de IPC que miden la gravedad y magnitud de la inseguridad alimentaria muestran que 5 millones de personas -casi la mitad de la población, incluidos 1,9 millones de niños- están clasificadas como en situación de inseguridad alimentaria aguda. De ellos, casi 2 millones se enfrentan a una situación de emergencia.

En las crisis alimentarias, los niños y niñas son siempre los más vulnerables y pueden sufrir malnutrición si no tienen suficiente para comer y un equilibrio nutricional adecuado, según Save the Children. La desnutrición puede causar retraso en el crecimiento, impedir el desarrollo mental y físico, aumentar el riesgo de contraer enfermedades mortales y, en última instancia, causar la muerte. Las últimas cifras del Programa Mundial de Alimentos muestran que el 22% de los niños de Haití sufren desnutrición crónica, resultado de episodios prolongados de nutrición inadecuada.

Además de la escasez de alimentos, las comunidades luchan por acceder a servicios básicos como el agua, la atención sanitaria, la educación, el combustible, las telecomunicaciones y la electricidad. Hace seis meses, se declaró una epidemia de cólera en nueve de los diez departamentos de Haití, después de tres años sin que se registrara ningún caso en el país, según la ONU.

Los esfuerzos de reconstrucción tras el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió el país hace 18 meses -justo cuando la violencia empezaba a recrudecerse en todo Haití- han sido lentos, lo que ha provocado y al mismo tiempo empeorado el ciclo mortal de la crisis humanitaria. En el sur del país, unas 2.500 personas siguen desplazadas como consecuencia del terremoto, y los esfuerzos para reconstruir las 1.250 escuelas destruidas se han visto obstaculizados por las dificultades logísticas derivadas de la espiral de inseguridad.

Los actores humanitarios estiman que el país necesita 715 millones de dólares de financiación humanitaria, según la ONU.

Chantal Sylvie Imbeault, directora de Save the Children en Haití, ha declarado: 

«Los niños, niñas y adolescentes de Haití están atrapados en un ciclo mortal de violencia, pobreza y hambre, en el que cada problema se cruza con los demás para crear una policrisis como ninguna otra. La mitad de la población lucha por sobrevivir, y los padres se despiertan sin saber si alimentarán a sus hijos y cómo lo harán. La violencia aterroriza a las familias y les impide acceder a los escasos servicios básicos que quedan.

«La resiliencia del pueblo haitiano ante esta emergencia humanitaria es increíblemente admirable, pero es inconcebible que tengan que pasar por esto. Estamos haciendo lo que podemos para responder, pero necesitamos urgentemente que la comunidad internacional dirija su atención a Haití con una inyección inmediata de fondos para salvar vidas. También necesitamos que se ponga fin de inmediato a la violencia que está matando a personas inocentes y agravando la vulnerabilidad de los niños, niñas, adolescentes y sus familias.», añade la directora de la ONG en Haití.

Save the Children lleva trabajando en Haití desde 1978 centrándose en la protección de la infancia, la educación, la salud y la nutrición, el agua, el saneamiento y la higiene, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia, la ayuda humanitaria, la reducción del riesgo de catástrofes y la preparación ante emergencias para los niños, niñas, adolescentes y sus familias.  

Save the Children opera tanto en comunidades urbanas como rurales de los departamentos de Artibonite, South, Grand’Anse y West, incluida el área metropolitana de Puerto Príncipe, y está empezando a expandirse hacia el Gran Norte. La programación humanitaria actual se centra en la recuperación tras el terremoto de 2021 y la respuesta a la crisis del hambre, el reciente brote de cólera y la violencia en Puerto Príncipe.