33 NIÑOS Y NIÑAS NACEN CON HAMBRE CADA MINUTO EN 2023

– Un nuevo análisis de Save the Children revela que más de 17,6 millones de niños y niñas nacerán con hambre en 2023, una quinta parte más que hace una década.

– Los resultados revelan que el número de niños y niñas nacidos con hambre en la República Democrática del Congo (RDC) es el más alto desde que se tiene constancia.

– Sifa *, de 33 años, que dio a luz a un bebé desnutrido hace tres meses en la RDC, dijo que vive con el temor constante de que éste sea su cuarto hijo en morir

 

LONDRES / GINEBRA, 20 de noviembre de 2023 – Al menos 17,6 millones de niños y niñas nacen con hambre este año, es decir, unos 33 niños o niñas por minuto, lo que supone un aumento del 22% con respecto a hace una década, según un nuevo estudio de Save the Children publicado hoy con motivo del Día Mundial del Niño y la Niña.

 

Save the Children ha descubierto que este año habrá una quinta parte más de recién nacidos que pasarán hambre que en 2013, cuando 14,4 millones de niños y niñas nacieron en las garras del hambre. Utilizando los últimos datos nacionales sobre la prevalencia de la desnutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y las estimaciones de la ONU sobre el número de nacimientos.

 

La inestabilidad económica, los conflictos y las repetidas crisis climáticas han contribuido a una devastadora crisis del hambre que afecta a todos los rincones del mundo. Según el análisis, África y Asia concentran el 95% de los nacimientos desnutridos del mundo en 2023. Los datos no incluyen el impacto que la escalada de violencia en los territorios palestinos ocupados está teniendo sobre el hambre o la natalidad en la región.

 

En América Latina y el Caribe 43,2 millones de personas sufren de hambre, reportó el reciente informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en América Latina y el Caribe 2023 de la FAO. Además, señala que América Latina y el Caribe tiene el costo más alto de una dieta saludable en todo el mundo. El costo promedio de una dieta saludable a nivel mundial en 2021 fue de 3,66 dólares de paridad de poder adquisitivo (PPA) por persona al día. Durante el 2021 el costo de una dieta saludable aumentó en un 5,3 % en la región con 4,08 dólares al día. Le siguen Asia, con 3,90 dólares; África con 3,57 dólares; América del Norte y Europa, con 3,22 dólares; y finalmente Oceanía, con 3,20 dólares.  El alto costo de las dietas saludables se ve reflejado en las estimaciones de sobrepeso en niños y niñas menores de 5 años de edad de América Latina y el Caribe que alcanzó 8,6% en el año 2022.

 

«Más de 17 millones de recién nacidos entrarán este año en un mundo donde el hambre se comerá su infancia. Eso supone 33 niños y niñas por minuto. El hambre destruirá sus sueños, silenciará sus juegos, perturbará su educación y amenazará sus vidas», ha declarado Hannah Stephenson, Directora Mundial de Salud y Nutrición de Save the Children. «El futuro de estos niños y niñas ya está comprometido incluso antes de que respiren por primera vez. Debemos proteger su infancia y su futuro antes de que sea demasiado tarde».

 

En los países donde al menos el 25% de la población padece hambre crónica, la República Democrática del Congo (RDC) tendrá este año el mayor número de bebés nacidos desnutridos. Se prevé que cerca de 1,5 millones de recién nacidos nacerán en las garras del hambre en la RDC, la cifra más alta registrada en el país desde que comenzaron los registros de la FAO en 2001.

 

Las proyecciones indican que, en 2023, unos 6,6 millones de niños y niñas menores de cinco años estarán desnutridos en la RDC.

 

Sifa*, de 33 años, que vive en un campamento de desplazados en Kivu del Norte, en la RDC, lucha por alimentar a sus cinco hijos, incluido el más pequeño, nacido hace tan sólo tres meses. Después de haber perdido tres hijos por culpa de la malaria, el cólera y los grupos armados, teme perder otro, esta vez por culpa del hambre.

 

«Vivo con el miedo constante de perder otro hijo. No dejo de pensar: ‘¿veré crecer alguna vez a mis hijos y tendré suficiente comida para ellos? Tengo miedo de despertarme cada día y ver que mi bebé ya no está», afirma Sifa. «Desde que di a luz hace tres meses, me cuesta mucho alimentar a mi hijo.  Sé que debería comer más, pero lo poco que tenemos se lo doy a mi hija de nueve años. Ella ya pide comida todos los días y duerme con hambre, así que intento darle algo. Sé que es peligroso enviarla fuera, pero no tenemos otra opción, necesita comer».

 

Afganistán se prepara para registrar el mayor número de niñas y niños nacidos con hambre de Asia entre los países con grandes niveles de desnutrición.

 

Marium*, de 10 meses, es uno de los 440.000 niños que se calcula que nacerán con hambre en Afganistán este año. A los seis meses, Marium empezó a tener diarrea y más tarde se le diagnosticó neumonía debido a la debilidad de su sistema inmunitario. Su madre, Zolaikha*, de 23 años, explicó que la familia no puede permitirse alimentos nutritivos para mantener sanos a sus hijos debido a sus limitados ingresos.

 

Y añadió: «Desde que le dimos agua y comida casera, empezó a tener diarrea. Hace dos meses se debilitó gravemente. Estaba muy débil. Lloraba todo el tiempo y siempre tenía dolores o molestias y fiebre alta. Yo lloraba con ella. Era difícil ver a mi hija sufriendo. Espero que ningún niño o niña enferme nunca. Mi otra hija, Zohra*, también estaba gravemente desnutrida. También tenía diarrea frecuente y más tarde cogió neumonía. Todo por beber agua contaminada y no tener suficientes alimentos nutritivos».

 

En el pasado se han hecho enormes progresos para reducir el hambre en el mundo. Según el análisis, 21,5 millones de niños y niñas nacieron con hambre en 2001, una quinta parte más que en 2023. Sin embargo, los progresos empezaron a disminuir significativamente en 2019, en gran parte debido a la inestabilidad económica, los conflictos y el empeoramiento de la crisis climática.

 

Los últimos datos nacionales sobre desnutrición se publicaron antes de la escalada de violencia en los territorios palestinos ocupados, donde 2,3 millones de personas en Gaza han tenido dificultades para comer lo suficiente debido a los continuos bombardeos.  Utilizando la tasa de natalidad en Gaza de la ONU, Save the Children descubrió que se espera que nazcan más de 66.000 bebés en Gaza este año, y más de 15.000 entre el 7 de octubre y finales de 2023.Sin un alto el fuego, la vida de los bebés penderá de un hilo desde el momento en que nacen.

 

«El hambre no es una causa perdida. Tenemos el poder de reducir significativamente el número de niños y niñas desnutridos ahora mismo, como lo hemos hecho en el pasado», continuó Hannah Stephenson. «Sin embargo, si no abordamos las causas profundas del hambre y la malnutrición, seguiremos viendo cómo se invierten los progresos realizados en favor de la infancia. Ésta es una crisis mundial del hambre, y requiere una solución mundial».

 

Save the Children hace un llamamiento a los líderes mundiales reunidos en la cumbre mundial sobre seguridad alimentaria que se celebra hoy en el Reino Unido para que aborden las causas profundas de la inseguridad alimentaria y nutricional aguda. Sólo poniendo fin a los conflictos mundiales, abordando la crisis climática y la desigualdad global, y construyendo sistemas de salud, nutrición y protección social más resilientes y menos vulnerables a crisis como la COVID-19, los conflictos y la crisis climática, podremos garantizar que en los próximos años no vuelvan a sonar las mismas alarmas».

 

La organización de defensa de los derechos de la infancia también reclama una mayor colaboración, diálogo e inversión intersectorial con las comunidades locales, así como su liderazgo, para reforzar la planificación y la ejecución de las respuestas, así como nuestra capacidad para actuar con prontitud y evitar que las crisis previsibles se conviertan en crisis. Save the Children también pide a los líderes mundiales que amplíen las intervenciones de bajo coste para prevenir y tratar la desnutrición: tratamiento comunitario de la desnutrición aguda, apoyo y protección de la lactancia materna e inversión en atención sanitaria comunitaria y primaria.